viernes, 21 de noviembre de 2008

perdoneme...

Sentí ganas,
anoche,
de sumergirme
en tus pestañas
otra vez.

Soy la propia
artífice
de mis mayores desvelos
y el verdugo encapuchado
camino a la guillotina.

Interpretabas el silencio
a la manera más idónea.
Cantas con los ojos,
calla el mundo.

Aún no te hago justicia.
Y es que si te lo dijera,
no comprenderías.

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