viernes, 23 de octubre de 2009

Manos que hablan


Es la historia de dos desconocidos que iniciaron una experiencia de pocas palabras y un amplio espiral de sentidos. Grandes observadores de lo indecible, lo natural y de si mismos, conocían muy bien los gestos del otro, la sonrisa, la mirada, el aroma al pasar. Como dos niños ingenuos, a veces con vergüenza, otras veces con mucha expresión, crearon un mundo de sentidos que los dejaba jugar libremente en una realidad llena de misterio.Un juego que los invitó a conocerse con enigmas y silencios. Mensajes que ella encontraba en su cartera: "superfluo: no necesario, que sobra" y "me hubiera gustado conocer a alguien que pudiera entender más allá de lo que me han entendido." El sabía quien era ella. Ella sospechaba hasta el día en que decidieron encontrarse.
Ella lo esperó en la esquina. Él llegó más tarde. A lo lejos pudo distinguir su pelo, su barba, su manera de andar. Era el desconocido que ella tanto conocía. Se saludaron con un beso ingenuo y una sonrisa transparente, se sentaron con las piernas colgando y hablaron lo necesario. El sonido del silencio empezó a hacer su alquimia y sin palabras se dijeron .

Un día se agarraron de las manos y no se soltaron. Sus manos bailaron. Manos que hablan, con caricias, golpecitos, apretones… Manos que dicen, suaves, ásperas y ágiles. Manos que transmiten, extensiones del cuerpo.. ella comprendió que el era su sostén, él... que nunca la dejaría caer...

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