domingo, 6 de mayo de 2007

Un ejercito de gente balbuceando la verdad


Depende de como lo vea y sienta cada persona. No puedo negar que fue lo más excentrico que he vivido en este ultimo tiempo, pero la ceguera indujo en mi, una especie de realización sensitiva a pleno. Y la señal?... vaya que señal me mandaste!

Mientras los rostros estaban tapados con esa capucha negra, símbolo de enigma, identidades incógnitas por doquier, sentí que quería botar las cadenas, destaparme los ojos, y salir corriendo... juro o prometo! que no diría nada de todas formas. Mas, me quedé... acepté cada una de sus pruebas incoherentes, bebí del brebaje amargo sin escupirlo, para que luego algo dulce me dijera... quedate ya eres parte de nuestra tripulación. Y ahí estoy. Un eslabón más.

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