jueves, 19 de junio de 2008

El Loco

Jamás imaginé tropezar, con alguien así, alguien como él…
Cuando me pintaron el cuadro, no creí que existiera semejante ser, inusuales características se le atañían, y no es que sea un extraterrestre, pero si analizo con cautela, su forma, su masa, no tiene ni pies ni mucho menos cabeza todo este asusto por relatar.

La impresión de la primera vez, puede que me haya apuñalado como el gran caballero… un galán, y aunque era apuesto, la extrañeza que sus ojos disparaban, algo hacía que no comprara esa típica faceta, de un hombre normal, pues claro, si ahora recién comprendo, que trataba con un loco.

Crucé despacio esas luces de fiesta para dos, y lo hallé tendido sobre una alfombra desconocida, él no tenia nada más que sus cuentos de fogatas, y me abrazaba la incertidumbre de corear cada cuento, cada historia, cada canción que solo él conocía, que solo él comprendía….

Su dimensión, estaba situada justo al otro lado de la ciudad, una vez adentro, el aire bajo mis pies podía elevarme, y él en su eterna esquizofrenia de penas me convertía en un misterioso ángel de la tentación… quizá su locura contagiaba mi sangre, porque una vez adentro ya no me importaba nada, todo era burbuja de pensamientos abstractos, todo era presa de burbujas de sentimientos, de ambigüedad, pero también de un extraño romanticismo, entre un fábula y una flor.

Conocí un poco de cada espacio, y al admirar esos ojos, esos sus ojos, eran dormilones, cansados de bohemia y de esa lucha constante porque solo hubiese paz, solo búsqueda, y es que era imposible calzar con sus ojos de una manera real, ellos lo tenían todo… basura y miseria, gloria y poder, mentira y egoísmo, dulzura y ficción, un enigma de infancia, que solo él conoce, que solo a él lo marcó… el inicio de esa locura que hoy le invade tan fuertemente, su risa expulsa travesura y melancolía, y sus besos.. Sus besos eran la droga que me convertía más y aun más adicta a un invisible loco…

La utopía que golpeaba mis sesos cuando lo tenia palpando mis ganas muy de cerca… lo hacia cada vez más incomprensible, y así pasaban horas y horas, cuando en mi mente no habitaba más que una sensación de minutos…Yo no quería dejarlo pero el constante éxtasis de cordura que me pertenecía, inconscientemente, me bajaba de ese inusual desapego a la realidad, y los valores inculcados de toda una maldita existencia, hacían ir y venir esa pronta huida, por una de las dos partes, claro estaba que todo no era más que una fugaz sinopsis de la vida.

Guardé un momento, ese que él obsequió, fugitivos ante un mundo mediocre, nos perdimos una y mil veces entre esas sucias sabanas de algodón, sucias de deseos, de sentidos, de cansancio, de nosotros, y quizás de alguien más, nunca sabré que escondían, mas poco me importaba, ya que si me hubiese importado, guardaría aun más tristezas, de las que hoy guardo por él…

Y enamorada de un loco, me hallé bajo un puente de una historia rechazada por la sociedad, uniendo dos universos irónicamente paralelos, agobiados de criticas, de sinsabores ajenos, de prohibida unión, de caóticas sensaciones de engaño, el panorama de tal hazaña no era más que una novela, de una “Capuleto” cualquiera, de una aniquilada Julieta de libros, y mas placer provocaba burlar toda regla de “no pasar”… una mofa sin fin a todos los intrusos que nos rodeaban.

Y así pasando por alto cada consejo moralista, me encontré tendida una vez más a su lado, y es que el loco aquel, complacía mis necesidades, sin importar que cargara sobre su imaginación prados de gnomos, cosas espaciales, o simplemente manchas de anís, todo era normal dentro de su enfermedad…

Y aun cuando lo quería con todas mis ansias, sentía envidia de tal anormalidad, imploré mil veces ser como él, ideando la manera de como hacer de su locura algo contagioso, si solo entendieran como se volvería todo suavemente estimulante, yo quería sentir como él. O tal vez solo pensar como él, ya no quería realidad, ya no quería más superficialidad en mis venas, ya no quería más tierra, solo quería cielo, solo quería volar..

Y aun cuando lo quería con todas mis ansias, sentía envidia de tal anormalidad, imploré mil veces ser como él, ideando la manera de como hacer de su locura algo contagioso, si solo entendieran como se volvería todo suavemente estimulante, yo quería sentir como él. O tal vez solo pensar como él, ya no quería realidad, ya no quería más superficialidad en mis venas, ya no quería más tierra, solo quería cielo, solo quería volar.

Entonces cuando esa mutilación se inyectó en mi cuerpo, me vi sola, en ese mar de desorbitados encantos, pues el loco, ya lo había hecho todo, ya no le quedaba nada más por hacer, ya me había convidado a su simbiosis, entonces, caminó, y caminó, alejándose con alevosía de una enferma más, para continuar deambulando por los mismos laberintos de su mundo, nada ya podría hacer, porque era un loco, un egoísta, un egoísta loco, y yo una ilusa novata que acepto beber de su juego psicológico, rodeada de una soledad absoluta.

Quise regresar, pero ya era tarde, no había, puertas, no había caminos, solo arenales coloridos, y es que no podía seguir ahí, el rumbo no tenia sentido si estaba completamente sola, si del alma que me había acoplado ya no estaba, casi sin respirar por el pesar de arrepentimientos, hoy relato mi testimonio, ¿Qué es lo no entiendes? ¿Qué estoy loca?, pues claro que no lo estoy, ¿a quien busco? Pues a él… ¿Cómo que no existe?.. ¿Te burla acaso de mi?, si, también los conozco, son verdes, muy pequeños, ¿anís?... no, no son dulces, son metáforas… así es, él anda por algún lugar.

No... no es un cuento, todo es realidad, ¿camino?, Si... estoy agotada, pero ya acostumbrada al juego, ¿Qué me recetas? Si…consumo algunas dosis, tranquilo! solo son para dormir… si, eso también es cierto, ya memoricé cada palabra, ¿ahora me puedo ir? no, te equivocas, del que te hablé ya no se nada,.
¿Qué que es lo que hago aquí?.. Simple... intento tropezar con las manchas del loco.

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