Tazas para el café, todo el chocolate del mundo, ganas, esperanza, otras 100 madrugadas... sin temor a los pajaritos, o al brillo de las 5. Un par de mentiras para seguir, toda la verdad necesaria, un buen abrigo, un par de excusas. Y una sombra a mi lado...por lo que resta de estos días.
¿Quien dijo que la universidad era fácil?..
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